martes, 8 de marzo de 2011

El blanco me sienta bien



Hoy, mis queridos lectores, he descubierto que el blanco es mi color. No hay nada más lindo que un pantalón blanco strech tratando de atenuar fallidamente un calzoncito rojo. Tampoco puedo negar que una camisa de seda blanca, sobre mis pezoncitos rosa, sea un regocijo que cambiaría por aquel celaje en Playa Potrero (Sucia cabecilla que tintinea con solo recordar... peco de narcis@ pero no de cast@)

Blancos zapatos finamente labrados, blancos los dientes como perlitas, bufanda roja y anteojos oscuros, sobre mi salvaje cabellera retenida por gomina finamente distribuida. Dandy caribeño entre groseras imágenes de feudillos medievales que se soslayan entre la vulgaridad, risotadas de arlequín y ventas por catálogo.

Oh, cuanta bajeza me rodea; me siento como un lirio frágil y blanco en un pantano lleno de cerditos hambrientos... dispuestos a comerme. ¡Pero este manjar blanco y puro es propiedad exclusiva de una boca madura y refinada, capaz degustar mis jugos amargos y blancos con venturoso goce!

En fin, en mi blanca bondad y piedad abriré los cercos de esos cochinitos y los guiaré por llanuras donde las rosas blancas y los lirios les endulcen los oídos y su vista. Seré su flautista de Hamelín, su pastorcillo, su blanco querubín.

¡Heraldos combinen su prístina y blanca voz con las notas majestuosas de mi violín blanco!

XOXO,
MATÍAS

1 comentario:

  1. Ohhh mi querido querubín blanco, cuan vergel de lirios rosan tu cuerpecillo blanco. Cuan magnífico celaje de algodón, permite con tu frágil presencia, ahuyentar con voces de heraldo a esos cerditos con poco estilo.

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