Hoy, mis tiernos muñequitos de trapo, voy a escribirles sobre mesas. Sí; yo sé que están pensando... pero debo confesar que mi debilidad reposa sobre esos bichitos de cuatro pattitas. Mesas de tragos, mesas de pool, mesas gallegas, mesas rococó, mesas que más aplauden, mesas de abuela, mesas apostaditas, mesas de metal, mesas de la discordía, mesas de cemento, mesas de amor, mesas rosadas, mesas kitsch, mesas redondas, mesas en baratillo: todas ellas me causan tremenda ansiedad.
Sueño con mesas compartidas, mesas sólo mías, mesas de cuatro, seis y hasta ocho patas, mesas solas, mesas de formica, mesa de hormigón, mesas tranparentes, mesas turbias, mesas negociadoras, mmmesas, mesas. No hay trivialidad en cuatro patas solo imponentes mesas.
El gran poeta cubano Cintio Vitier , cómplice de mi fetiche escribió:
La Mesa
Esta mesa que construyó mi abuelo
para mi padre joven, guarda cosas
dispersas de mi alma, versos, prosas,
fragmentos de ilusión y desconsuelo.
Toco sus pobres tablas, el abuelo
ahora soy yo para otro niño, rosas
tuvo mi madre joven, misteriosas,
las nubes pasan en sereno vuelo.
Mi delirio cruzó por esta mesa
que tiene para mí algo prudente
de abrigo familiar, y de entereza.
Su fibra es la modestia resistente,
y atónita de sí, a mi extrañeza
le dio el soporte austero de mi gente.
Cintio, bardo de las mesas, iluminaste mi espiritú con tremendo verso: "Mi delirio cruzó por esta mesa". Cuánta abrumadora sensación de cariño emana una mesa... Dientes soy capaz de sacar por las mesas del mundo.
¡Oídme canallas, mi reino de algodón y ternura por una buena mesa!¡ Les advierto, mis chanchitos, que una bofetada merece quien a una mesa levante su mano, porque de ellas está lleno el restaurante celestial!
Besos a tí, mesa desamparada.
P.D: Sillas rencorosas, de ustedes me referiré en otro momento....
Matías

Oh sillas profanas y vulgares, no se pudieron sentir victoriosas....a bofetada del destino, que no permitió que sus lánguidos asientos, se regocijaran en triunfo y sasón. Que vil destino de la vida...ahora no sólo hay mesa, sino una alfombra bellamente tejida que desgarra de sus hilos una luz que iluminará a todas las sillas en la comarca de los iluminati
ResponderEliminarMatías
ResponderEliminarque hablen las mesas en posesion de la verdad absoluta aún cuando no saben nada o poco.
Mi querida mariposita, tu sintásis me resulta aterradoramente enigmática. En fin, en el fondo la verdad es la gran mesa, arquetipo de todas las mesas. Las mesas no dicen verdad, por más pendencieras que sean, son representación de la verdad absoluta: la gran mesa.
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